A todos nos gusta pensar que el mundo se acaba con nosotros. Lo cierto es que nuestros conocidos, nuestros amigos y nuestros seres queridos nos sobreviven y a través de ellos también nosotros. No se trata de lo que tenías, si no de lo que diste. No de lo que parecías, si no como viviste. Y no se trata únicamente de ser recordado, se trata de dar a los demás una buena razón para que te recuerden.
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